Añada 2024
La mágica combinación de los tres grandes factores que definen el carácter y en definitiva la calidad, como concepto subjetivo, de los vinos son el clima, la tierra y el hombre. A pesar de que todos ellos, podrían ser considerados con similar influencia en el resultado final, es cierto que, la climatología se considera la variable más cambiante.
Las dos grandes variables meteorológicas, además de la influencia astral, son las precipitaciones y temperaturas. De forma generalizada, las temperaturas y las precipitaciones durante todo el ciclo vegetativo se han desarrollado con registros y valores extremos e intermitentes que van desde los 80 litros de precipitación en el mes de noviembre, a los 12 litros en el mes de abril, y de los 3 litros en julio a los 61 litros en septiembre. En cuanto a temperaturas, es de señalar los grandes contrastes vividos. Un mes de enero con un registro de 21°C de máxima enfrentados a los -3,7°C de mínima, o los 38°C en julio de máxima junto con los 9°C de mínima. Es decir, saltos térmicos entre la noche y el día de entre 24 y 29°C. Estas circunstancias climatológicas han favorecido el desarrollo de la carga frutal de los vinos y la elegancia y finura de sus taninos.
Por último, las copiosas lluvias de septiembre precipitaron la fecha de vendimia. Por un lado, tuvo como consecuencia una merma considerable en el rendimiento de la cosecha, y por otro, favoreció la producción de uvas más frescas con un menor contenido de azúcar en los racimos. Esto nos ha permitido elaborar vinos con un mayor potencial aromático y un atractivo equilibrio en boca.
Nuestros Pueblos
A pesar de ser dos pueblos muy próximos, la riqueza edafológica y climática de nuestra comarca es tan rica que permite descubrir y disfrutar de las diferencias y peculiaridades de cada uno de ellos a través de sus viñedos y vinos.
Elvillar de Álava
Tiene una extensión total de 1.750 ha. de las cuales 900 ha. son de viñedo. Sus tierras y parcelas se reparten en el curso de dos grandes depresiones con orientación Norte-Sur. Este hecho genera la formación de dos grandes barrancos: el Barranco de la Uneba y el Barranco de San Ginés que hace límite con la jurisdicción de Laguardia. Sus viñedos se sitúan entre 700 m. en aquellas parcelas más septentrionales y 450 m. los viñedos cerca del Río Ebro.
De carácter enérgico y vivaz. Taninos perfilados a la vez que maduros, generando vinos consistentes. Caracterizados por sus mensajes limpios de frutas rojas con estructura orgánica y un largo postgusto jugoso.
Laguardia
Es el municipio más extenso con 8.000 ha. de tierra de las cuales 3.600 están dedicadas al cultivo de la vid. Al igual que Elvillar de Álava, Laguardia goza de una disposición Norte-Sur por el que discurren dos amplios barrancos: el Barranco de Rioseco y el Barranco de San Ginés. La altitud media del municipio es de 630 metros.
Carácter afable e integrador representado en sus frutas y notas especiadas. Construidos sobre una estructura tánica discreta potenciada por su mineralidad. Transmiten sensaciones de equilibrio y generosidad.